41 muerte. Así que yo atravieso el terreno que llama con un gesto de descanso, yo sé que debe continuar. 5. Yo huelo el hedor de pudrimiento desde mis pulmones ahora. Cuando yo toso siento como si una pieza de mi alma saliese. Todavía mi visión flaquea. Las cosas yo veo parecen pulsar y sacudir con cada respiración. Yo camino 1 ⁄ 4 de una milla sólo, mucho menos que las 3 millas de pocos días pasados. Mientras concilio el sueño, yo me pregunto si no despertare en la mañana. Será tranquilo. 4. Hoy día, yo agarro una rama para caminar. Esto hace un poco fácil moverme, una victoria pequeña. Al fin, yo aproximé el borde del pueblo y pensé en el día que nos casamos en: Belladona. Las casas están vacías, con pintura despellejada y ventanas desmenuzadas. Los colores son viejos y apagados. Este lugar es menos sabroso que yo olvido, pero mi memoria llena de lo fue perdí. El día era bonito y perfecto. El cielo parecía de color de lapislázuli, refleja rayos a las copas de los árboles. La luz ondeó cruzando las calles y las aceras. Las campanas de la iglesia cantan, para nosotros, Camila. Cuando el viento de verano olía de flores
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